La fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora se da en un contexto de colaboración y reciprocidad entre Don Bosco y Madre Mazzarello e involucra una red de personas y situaciones que al relacionarse entre sí dan origen a una realidad carismática y eclesial que cumple 150 años de ofrecer a los niños y jóvenes una educación evangelizadora con el estilo típico del Sistema Preventivo.